Friday, December 30, 2005

FELIZ NAVIDAD

Esperanza.
Ha pasado toda la tarde con un bloc de dibujo, rodeada de lápices de colores, escribiendo y pintando. No importa el desorden. Ella está empeñada en eso. -¡Por qué es tan difícil hacer esto!-se rasca la cabeza. Prosigue.
-No importa, sé que a mis papitos les gustarán igual, el sentido de todo es el amor poh… Sí, sí ¡debo seguir!

Jesús y María.
-De nuevo lo mismo amor, estamos en las mismas- Se miran tristes.- Sí, lo peor es la niña, me da pena por ella- Debemos hacer algo, algo se nos debe de ocurrir- Pero mujer, ya te dije que no hay plata, ese kuliao del jefe no nos dio nada- Tienes razón, todo se nos ha ido en su operación- Ni ahorro nos quedan- Puta la wea, da pena ver ese árbol así de pelao- Termina todo con un abrazo.

Esperanza.
Acostada en la cama, junta ganas para quedarse dormida. Algo la inquieta. Mira el techo de su pieza.- Pucha, esta será otra navidad triste. Mis papitos andan de nuevo tristes no sé por qué. Esta es una fecha de amor y paz. También será sin regalos, creo que el viejito pascuero no se acordará de mí. Lo he esperado desde que supe de su existencia. Pero sé que este año vendrá. Lo sé…..
- ¿Por qué desconfías de mí, Esperanza?- Lo sabía, viejito!!!- Pero claro, cómo me voy a olvidar de ti, has sido una niña extremadamente bella y noble estos 11 añitos de vida, sólo debes seguir creyendo y esperarme- Despertó tranquila.

Jesús y María (día 24)
-¡Qué vamos a hacer!, no le haremos nada a la niña- Deja de presionarme, además el sentido de todo no es lo material, o así debería ser por lo menos- Pero tú sabes cómo es la niña- ¡Algo haremos!- Yo venderé las últimas joyas que van quedando pa comprarle algo y darle una sorpresa- Pero María!! …bueno…yo también le daré una sorpresa.

Esperanza y María.
Ve a Esperanza desganada sentada en el suelo. Va y la abraza.- ¿Por qué estás triste amor?- Por nosotros poh mamí, hay que estar feliz y no lo somos- Pero tranquila mijita, sí somos una familia feliz. Recuerda que es navidad y que lo más importante es el compartir, los regalos no son nada si no hay amor- Si lo sé mamí, el viejito pascuero y dios me lo dicen siempre- Se abrazan.

Esperanza y Jesús.
La mira. Tiene los ojos fijos en el árbol de navidad, así que se acerca hacia ella. Ella lo mira.- Papito, de nuevo un árbol triste, las lucecitas están llorando- Mijita, es navidad, póngase contenta, el pascuero vendrá. No se preocupe.- ¿De verdad papá?, yo sé que vendrá, él me lo dijo- Sí amor, te lo aseguro que vendrá- Se abrazan. Ella va a dormir para que la hora pase más rápido y la cena llegue pronto.

Esperanza y dios.
-diosito, por favor haz que tengamos una noche buena. Que mis papitos sean felices, no importa que yo no reciba ningún regalo-…-Esperanza, tranquilita, sigue siendo una buena niña, y el viejito irá a tu casa, espéralo dando mucho amor a tus papis- Sí, diosito, eso haré, gracias- Mi padre tenía razón, sí vendrá.-
Día 25 (noche decisiva)
Despiertan a Esperanza. La mesa está preparada, no hay mucho pero con cariño como se dice. Cenan, parece una familia feliz. Llega la hora, pero el árbol continúa sin vida. La niña lo mira triste. Luego de abrazos navideños, la niña se fue a su cama. Sus padres también lo hicieron.
Pasado un rato, un ligero ruido la despertó. Se levantó rápidamente, extasiada, anticipando que se encontraría por fin con él.
Cuando estuvo frente al árbol, lo vio. Le extrañó su look descuidado, su traje a muy mal traer.- Viejito, sabía que vendrías. Lo sabía.- Mucha emoción.- Sí, Esperanza, no me olvido de ti- Entre pasos confusos el viejito se acerca. Pasos en zigzag, extraños.
-Esperanza, te traje tu regalito, pero necesito mantengas absoluto silencio. No quiero que me vean tus padres- Sí, sí, estaré calladita, mis papás están durmiendo y no despertarán, así que no te preocupes viejito- Muy bien.
Viejito tapa la boca de la niña y la sujeta contra sí mismo. Sube su faldita y comienza a darle su regalo…… La niña no puede hacer nada. Muerde las manos, pero el viejito está fuera de control. Descontrolado, sólo se detiene cuando el rojo de la sangre de la niña se comienza a confundir con el de su traje.- !Puta la wea!! ¿ qué wea hice?- La soltó. Cayó al suelo. Tenía los ojos cerrados, pero no estaba durmiendo. Él quedó perplejo. Protagonismo del olor a alcohol. Se levantó y cayó al sillón. Se tomó su cabeza (por dolor y por desesperación). Al mirar el cuerpo tendido de Esperanza, un agudo sonido hizo temblar la silenciosa escena. No se movió más.

Día 25 (despertar final)
El Sol entra en la ventana de María. Despierta sola. Corrió a darle su sorpresa a Esperanza, su ansiado regalo, pero no la encuentra en la pieza. Nota el silencio. Va a la escena del olor desagradable. Dos cuerpos tendidos. Charcos de sangre. Un árbol más muerto que de costumbre, pero las luces brillan como nunca. Alumbran una esquina de la pared. Desconsolada, María se acerca. Dos tarjetas llenas de colores dirigidas hacia ella y Jesús adornaban la soledad de ese árbol. Tomó las tarjetas y no pudo contener la pena ni las lágrimas; las palabras de la niña eran como cuchillos. “Feliz navidad”. “No les pido mucho, sólo seamos una familia feliz”.
La tarjetas cayeron de las manos de la madre; la luz del árbol muerto alumbró una esquina de una de las tarjetas en donde decía: “No importa si el viejito viene o no, siempre existirá si así lo sentimos en nuestros corazones”.